Hay canciones que te pueden paralizar la respiración. Son esos temas que te hacen olvidar si estas sentado o parado, si estas despierto o dormido. Que con su cadencia acompañan los latidos del corazón. Que te quiebran, que hacen que te des cuenta que para hacer música de verdad te falta mucho. Que las puedes escuchar mil veces seguidas, tres horas de corrido y cada vez sientes la misma emoción con cada nota. Frédéric Chopin tiene mucho de eso y en si la musica clásica a la cual soy solo un aficionado part-time. Pero el tema "Nocturne" es una verdadera oda a la tranquilidad y es a lo que debe referirse uno de los Pierolas cuando habla de musicalizar la vida. Hoy por casualidad llegó a mi reproductor de música y se quedo como fondo de todo lo que hacia en la mañana, es decir nada. Me quede mirando la televisión en silencio creo que daban una extraña película de una amigo imaginario en the film zone y sentía cada escena como parte de una historia sin sentido, pero con una emotividad digna del neorrealsimo italiano...
Más tarde comprendí que la música clásica suele ser triste y si mezclas sensaciones con sus notas la tranquilidad se quiebra y comienza a ser la prueba más incisiva de que estás vivo y vives... y vivir no suele ser tan perfecto como la novena sinfonía de Beethoven.
Por eso al final encuentro una conclusión: musicalizar tu vida con música clásica o hecha hacia la perfección es irónico. La vida no es perfecta y esa imperfección queda al descubierto cuando comparas el sonido de un acorde de piano con la toz humana o el sonido de un violin con un llanto....
De todas maneras no dejen de escuchar el tema "nocturne" de Chopin. Eso si, no abusen en su consumo ni lo acompañen de alguna sensación adicional mas que la del silencio, que puede ser perjudicial.
Más tarde comprendí que la música clásica suele ser triste y si mezclas sensaciones con sus notas la tranquilidad se quiebra y comienza a ser la prueba más incisiva de que estás vivo y vives... y vivir no suele ser tan perfecto como la novena sinfonía de Beethoven.
Por eso al final encuentro una conclusión: musicalizar tu vida con música clásica o hecha hacia la perfección es irónico. La vida no es perfecta y esa imperfección queda al descubierto cuando comparas el sonido de un acorde de piano con la toz humana o el sonido de un violin con un llanto....
De todas maneras no dejen de escuchar el tema "nocturne" de Chopin. Eso si, no abusen en su consumo ni lo acompañen de alguna sensación adicional mas que la del silencio, que puede ser perjudicial.
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