martes, 13 de octubre de 2009

Pecado Musical (II)

Resucitando a Gustavo

Mi etapa de luto por Cerati coincidió precisamente con silencio discográfico de Soda Stereo. Después del Dynamo (1992) y antes del Sueño Stereo (1995). Etapa que comprendió también la primera separación de la banda y la grabación de su primer álbum como solista “Amor Amarillo” (1992) e incluso un disco a dúo con Daniel Melero “Colores santos” (1993). Ambos de poca difusión en el Perú, en su momento.

No fue hasta 1995 cuando Gustavo resucitó en el cable. Lo vi primero en sus nuevos vídeos: “Zoom” y “Ella usó mi cabeza como un revólver”. Enseguida lo confirmé en Internet: nunca estuvo muerto. Pero la emoción del descubrimiento no encontró clímax hasta que lo vi demasiado vivo y “desenchufado” en varios programas de MTV. Incluyendo el mítico “Comfort y música para volar” (1996).

Si puede resucitar debe ser bueno –me dije- y desde entonces no he dejado de escucharlo. Me hice fan de ese Soda Stereo vivo. Que, aunque duro muy poco, me dejó un interés retroactivo que no terminó hasta tener todo su material y estudiarlo como un curso más en mi época escolar. Además, la secuela más importante de ese capítulo fue dejarme la carrera como solista de Cerati como legado. Hoy en día en el podio de mis músicos favoritos.

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