jueves, 3 de enero de 2008

Ruben Blades & Willie Colón presentan... Siembra


De lo sabroso, de lo zalamero, del barrio, y por que no del barrunto, de medio lao, de todo esto y más proviene la Salsa; género musical que fue un boom en este lado del mundo, y que tiene sus orígenes por los años 60s, logrando en los 70s su consolidación con un sonido peculiar y riquísimo, no carente de azuquitar. La Salsa, mezcla de Son Montuno, Guaracha y Huhuanco, tuvo diferentes corrientes, y quizá influenciado por los problemas de aspecto sociológicos de Latinoamérica, de este barrio lleno de historias, de millones de historias personales, nace una corriente dentro de la Salsa, la Salsa con mensaje social, donde uno de sus mayores representantes es el panameño Rubén Blades.

Era 1978 y se unen Rubén Blades con el gigante del trombón Willie Colón “El malo”, un niño genio que ya tenía una carrera consolidada para ese entonces; dos titanes que se juntan con un fin musical, Colón aporta genialidad musical, mientras que el panameño aporta historias y poesía de corte social. Esta unión no pudo ser más feliz, dando a luz una placa memorable, considerado por muchos como el álbum de Salsa más importante de la historia, Siembra, eran los 70s y ya se venía venir.

7 canciones, 7 temas inmortales que marcan uno de los momentos cumbres de la música, un disco producido por Willie Colón en su totalidad, con temas compuestos por Blades, excepto el tema Ojos que es de Johnny Ortíz. Arrancamos de frente con el tema Plástico, un comienzo al estilo Disco pero con un texto furioso, una crítica filuda y puntillosa contra esa gente superficial y banal, que es pura careta (No te dejes confundir, busca el fondo y su razón, recuerda: Se ven las caras, pero nunca el corazón. No te dejes confundir, busca el fondo y su razón, …recuerda que el plástico se derrite si le da de lleno el sol).

El segundo tema es Buscando Guayaba, donde el gran Rubén nos regala como el mismo dice, un solo de boca. El tercer tema resultaría quizá la canción de Salsa más famosa de todos los tiempos, nos referimos a Pedro Navaja, un tema que resulta ser una narración de hechos, una suma de situaciones que evoca a un barrio de mala muerte, donde impera un patán, un tipo malo, que es el tipo que da titulo al tema; un tema de 7 minutos que como contó el mismo Blades, al momento de ser presentada a la disquera, los directivos le respondieron que no lo sacarían al mercado, por que era larga y a nadie le gustaría, felizmente los músicos no cedieron ante las presiones y editaron el disco con el tema. …. (Y tropezando se fue cantando desafinao’, el coro que aquí les traje y da el mensaje de mi canción: La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡ay, Dios!…….. Como decía mi abuelita: "El que ríe último, ríe mejor"... ...Cuando lo manda el destino, no lo cambia ni el más bravo, si naciste pa´ martillo, del cielo te caen los clavos.... ...Barrio de guapos cuidao’ en la acera, cuidao’ camarada que el que no corre vuela... Como en una novela de Kafka el borracho dobló por el callejón....).

Prosiguen temas como María Lionza, con un bajo poderoso, medio funkeado, el temón Ojos (Ojos que ríen, ojos que lloran, ojos que piden, ojos que imploran. Ojos que están llenos de esperanza), prosigue Dime y llegamos al final, con el tema que da nombre al álbum, Siembra.

Nada más que comentar, solo te bajas el disco, apartas las cosas de tu sala o tu cuarto o el lugar que mas te acomode, hasta dejar un espacio para poder sacudir el esqueleto, y dejarse llevar por este disco.

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