miércoles, 23 de septiembre de 2009

Una canción sin fin...

Hoy es el dia. Charly vuelve a Lima y al mundo con una sonrisa inocenete, algo que no veia desde sus primeros años en Sui Generis.

La voz de los ensayos tambien evoca a esos tiempos aunque en su mirada aun se reflejan los excesos propios de un genio que nunca estuvo sincronizado con el mundo.

Hablar de Charly es hablar de una voragine de creatividad. De un alma musical encerrada en un cuerpo humano. Donde de lo material y terrano solo podemos tomar en cuenta sus cuerdas vocales que se niegan a abandonar la melodica voz de sus inicios y sus manos que son el canal por donde mejor se comunica con la materia hecha tecla. Lo demás es silencio, paradojico en una vida tan musical, enmascarado de exceso y locura.

Quienes no entienden el sentimiento de los que tenemos el "say no more" como grito de vida suelen hablar mucho de lo que han visto en televisión. De las locuras, tonterias y desbandes en los que Charly ha tenido que incurrir para olvidar la carga de entender la vida un poco mas de lo que un mortal debería. Pero se olvidan del otro lado, de ese lado que, los que conocen su música y trascendencia, anteponen a todo espectáculo egocentrista. El lado humano de Charly esta en formato de audio y en vivo para los que lo han visto sentado frente a sus fieles teclados.

Para eso vuelve hoy, para regalarles a los que tanto hablan sin saber una oportunidad de colocarse la banda en el brazo y escuchar más allá ... Como lo dice claramente en su nuevo tema.

Asì, la música es el metodo del maestro para interrelacionarse con el mundo y no caer en la total locura, aunque su error talvez sea negarse a si mismo que vivir en comuniòn constante con la imaginación y sacarle provecho a su genialidad no es costumbre del hombre de los años en los que le toca vivir...

Aguante viejo, nos vemos en unas horas y con Mapu, en unos años.... Say no more.

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