martes, 17 de mayo de 2011
Al lado del camino
No recuerdo exactamente cuando fue la última vez que pubique en este blog, desde esa fecha han pasado grandes bandas y solistas en la escena nacional, Lima se ha convertido en una ciudad de paso obligado para cualquier gira por nuestro continente, y aunque aún esperamos a algunas bandas de peso podemos decir que estamos mas que agradecidos por los conciertos ofrecidos hasta hoy.
Sin embargo, hay genios musicales que siempre estuvieron por aquí y que jamás van a dejar de hacernos vivir noche inolvidables ... Fito viene el 30 de junio, y sin temor ha equivocarme ya lo echabamos de menos, y es que en cada oportunidad que lo hemos podido ver en vivo y en directo nos ha robado mas de una sonrisa, y porque no decir mas de una lágrima.
Desde mi humilde opinión, el mejor discipulo de Charly, no solo deja su alma en el piano sino que tiene la virtud de hacer que nos sintamos como en la Sala de nuestra casa escuchando a un gran amigo contandonos alguna experiencia personal o aconsejandonos sobre algo que debemos de reflexionar para ser mejores personas, por eso cada una de sus canciones nos transporta a alguna etapa de nuestras vidas y nos alimenta el corazón.
En lo personal jamas una cancion de Fito, aunque ya la haya escuchado mas de mil veces, me suena y me hace sentir lo mismo, esa magia es la que nos espera el proximo 30 de junio, por suerte tenemos asientos en primera fila, así que esta vez sera aún una noche mas intima.
Bueno, ahora sólo nos queda seguir esperando el momento para ponernos "al lado del camino mientras todo pasa, para poder abrir los ojos y sentir que estamos vivos...."
domingo, 24 de abril de 2011
Gustavo Cerati IV
Acostumbrado a verlo en vivo muy frecuentemente, hoy que ha pasado un año desde la ultima vez que toco en Lima siento que realmente extraño su presencia musical. Extraño sentir el calor de una voz y una guitarra que han acompañado los ultimos años de mi vida con mucho acierto y la emoción de esperar sus nuevas composiciones para seguir enrrumbando mi recorrido con el mejor soundtrack.
El año pasado en San Marcos, dias antes del accidente que lo dejo fuera de los escenarios, me dio toda su luz cuando la oscuridad capturaba mis dias y hoy se lo agradezco. Estoy seguro que la Fuerza Natural que predicaba en su ultimo disco no lo dejara caer...
... Siento que pasan los días y sigo adelante traccion a sangre, tras una melodía...
domingo, 14 de noviembre de 2010
Destino Beatle (Por Giancarlo Aljovín)
Yo crecí con los Beatles, una de sus canciones –a mi manera- se convirtió en una de las primeras palabras que pronuncié. Ellos fueron los Fab Four y el cuatro es el número que marca mi vida (mi padre es el cuarto de sus hermanos, al igual que mi madre y yo nací un cuatro). Con el paso de los años, aprendí de su historia, de sus vidas, de lo que fueron capaces de ocasionar y de lo que significaron para su generación, pero también para las siguientes, como la mía, porque siempre habrá un antes y un después de Los Beatles.
En mi adolescencia, anhelaba ver a Paul, Ringo y George, pero el nuevo milenio se llevó al perfil bajo, a aquel que escribió la segunda canción -después de Yesterday- que tiene más interpretaciones. Los años transcurrían y las ilusiones de ver a uno de ellos parecía que también.
Hasta que el destino –ese que ha marcado mi vida con el número cuatro, que me empujó a viajar a Buenos Aires cuando tenía miedo de afrontar una nueva experiencia- me hizo el favor. Hizo que cambiara mi semana de vacaciones para apoyar a un amigo, me sumergió al mundo de una red social a la que nunca imaginé entrar y que fue la que me dio el anuncio del concierto de Paul McCartney en Buenos Aires para los días en que había variado mis vacaciones. Me puso a mi prima fanática como yo, para que ingresara sin pensarlo a la web de Paul justo el día que se ponían a la venta las entradas sólo por internet. Logró que mi madre y sus dos hermanos decidieran viajar por primera vez en sus vidas juntos. Me permitió cruzarme como pocas veces con mi amigo Omar y anunciarle la venta de las entradas. A los pocos minutos, él también la tenía. Todo eso hizo el destino por mí. Hizo que el 10 de noviembre cumpla mi más grande sueño: Ver a uno de mis ídolos, a uno de los Beatles en la ciudad que considero como mi segundo hogar.
Ese día lo tengo grabado, cada canción, cada grito, cada sonrisa, cada lágrima, cada emoción. Todo está en mi mente y mi corazón, porque un concierto de Sir Paul no se cuenta, se vive. Lo que viví fue demasiado para dos horas y 45 minutos. Me siento parte de una historia que comenzó en la década del sesenta y que parece nunca tendrá fin. No siento que ya puedo morir en paz tras verlo, siento que quiero volver a verlo.
Le agradezco al destino, porque me puso todas las piezas para hacer realidad mi sueño. Me demostró que en la vida te llegan las personas, las cosas y los lugares por alguna determinada razón y eso pasó conmigo. Pero este testimonio, debe terminar con un gracias a los Beatles en la imagen de Sir Paul. Gracias por marcar mi vida con su música, con letras que enseñan y que te demuestran que en las cosas pequeñas está lo más grandioso de esta vida. Tan simple como "Pampabila", una palabra de un niño de dos años, que ahora con 31, consiguió que esa palabrita sea un verbo gracias a un hombre, a un Fab Four.
sábado, 13 de noviembre de 2010
Un día en la vida...
Volver a escribir después de tanto tiempo siempre me resultó difícil pero cuando tanta emoción ya no cabe dentro de mi cuerpo no encuentro mejor forma para asimilarla que compartirla mediante palabras y frases. Eso hago hoy después de cumplir mi mas grande sueño musical: ver a uno de los Beatles en vivo. Obviamente la idea original era ver a los cuatro juntos pero ni mi desatinada aparición natal en los años ochenta ni mi abandonado sueño de inventar una maquina del tiempo me permitieron ese privilegio.
Cuando se confirmo la noticia (10-10-10) de que Paul McCartney tocaría nuevamente en Argentina yo estaba desconectado del mundo. No estaba pendiente de las fechas de la gira y solo manejaba el rumor de que podría haber una en Buenos Aires.
Pero si andaba concentrado en el estreno de "Nowehere Boy", filme que trata sobre la vida de niño y adolescente de John Lennon, y un domingo en el trabajo (muy raro) buscando trailers en la web, el destino (si, desde hace ya algún tiempo me es inevitable creer en el) hizo que coincidiera la aparición de mi amigo Giancarlo (un Beatlemaniaco como yo) con mi visualización del trailer de la película. El hecho genero que me contara emocionado sobre su compra de las entradas del concierto por Internet y que veinte minutos después yo estuviera ya embarcado en la misma empresa: ir a Buenos Aires a ver a Sir Paul McCartney.
No lo dude. El destino también hizo que coincidiera con mi ultima semana de vacaciones y encima tres días después de mi cumpleaños numero veintiocho. Mi tarjeta de crédito cargada en el bolsillo, desde varias semanas sin uso, también me confirmó que las coincidencias no existen.
La espera duró mas de un mes. Kevin Johansen, Green Day y Fatboy Slim me ayudaron a reducir la ansiedad. Llegó en día de mi cumpleaños y al día siguiente, ya mientras dormía, soñaba con hacer realidad otro sueño.
Ticket to ride
Llegué a Buenos Aires un día antes. Aunque ya desde el avión había comenzado a vivir el ambiente que se respira antes de un concierto tan importante. Las horas pasaron rápido y de pronto ya era miércoles en la tarde y me encontraba camino al Estadio de River Plate.
"Jet" continuó el pasó por los Wings. Y luego "All my loving" para que nadie se olvidé de que, a pesar de su sencillez, es parte del capitulo mas importante en la historia del rock...
No pretendo hacer una crónica o enumeración del set list. Pero si confesar que no hay una palabra precisa que defina tan grata experiencia. Puedo escribir varias que en mi intento de graficar lo que mi alma sintió al escuchar "Blackbird" o "Eleanor Rigby" en vivo o cuando en medio de "Something" las lágrimas hicieron húmedo mi recuerdo visual.
Felizmente mis dos cámaras no lloraron y registraron sin mucha ayuda mía momentos que mi emoción no me dejó ver. Yo sabía que era necesario el soporte visual para reconstruir un recuerdo mas completo y que hoy, pese a los detractores de las cámaras en las presentaciones, no me arrepentiría de tener 20 temas grabados en vídeo y 100 fotos del mejor concierto de mi vida, ese mismo que me incluye dentro de esa parte de la población que cuando muera podrá decir que fue parte de la manifestación musical mas grande de todos los tiempos.
El cierre fue imponente. "Band on the run" en homenaje a la banda que lo hizo lo que es hoy... Y luego 17 temas de los Beatles, pasando por la hermosa simplicidad de "Ob-la-di, Ob-la-da", la descomunal versión audiovisual-sensorial de "Live and Let die", la mágica "Paperback writer", la emotividad de "Let it be", "Hey Jude" y "Yesterday" (en húmedas versiones para mis ojos), siguiendo con el mejor y mas puro rock and roll de "Day tripper" y "Get back", la vertiginosa crudeza de "Helter Skelter" y cerrando con el clásico himno intergeneracional que presenta a la banda de ensueño (y de corazones solitarios) del Sargento Pimienta.
De pronto las dos horas y cuarenta cinco minutos de show terminaron, el final del concierto llegó y éste marcó el inicio del recuerdo mas glorioso y emotivo de mi historia musical. La adrenalina había transformado ya mi cuerpo en un parlante más del escenario y hasta ahora resuenan en mis oídos las notas de cada canción interpretada por el viejo Paul.
Y desde ese momento cada vez que escuche (y se que serán muchas) un tema de los beatles donde sea recordaré que un 10 de noviembre del año 2010 el destino, mi voluntad y Paul McCartney se hicieron amigos y me regalaron el mejor recuerdo musical de mi existencia. Un sueño que nació a mis ochos años con un long play (el "Please, Please me" que aun conservo) en Pueblo Libre y que veinte años despues encontró en Buenos Aires su realización.
Gracias a la vida, a la música, a los Beatles y a Paul!
lunes, 26 de abril de 2010
Cerati III
"Puedo equivocarme tengo todo por delante y nunca me sentí tan bien”. Con esta frase Cerati inició su última presentación en Lima y a mi nuevamente me sonó a consejo. Fuerza Natural es el tema que incluye esta y otras determinantes frases que hacen que el viaje del jinete enmascarado comience a sonarle a epifanía a cualquier ser en pleno aprendizaje y despegue.
Me cogió desprevenido. Yo había escuchado el tema en disco, pero al sentir esa frase en vivo la experiencia fue otra. El ambiente, las luces, la máscara, mi contexto todo confabuló para que la voz de Cerati se eleve sobre la música y vuele hasta mis oídos afirmándome que la posibilidad error es parte del camino aún para un genio como él.
Me lo confirmó después con ese “Nada me importa más que hacer el recorrido más que saber a donde voy” de Magia. Otra sentencia dentro del paralelo que ya había comenzado a hacer con las palabras que Gustavo cantaba directamente para mí. Esta vez se trata de vivir sin pensar en lo que viene después. Aunque ese después joda.
Como solista es la tercera vez que lo veo. Pero en esta oportunidad la renovación de mi fanatismo por la música del ex - soda fue provocada por el efecto de las letras más que la propia música. Fue un viaje inagotable de sensaciones. De identificación y de recuerdos.
Reconstruir el set list del concierto me llevaría por más caminos. Pero ahora solo me quiero llevar ese sentimiento. Escuchar en su voz las grandes verdades que he estado pensando por mi cuenta últimamente. Preciso, único y muy oportuno…. Ahí vamos.
lunes, 29 de marzo de 2010
“All we need is… Just a little Patience”
Casi no voy al concierto de Guns n Roses. Es más, nunca lo tuve planificado e incluso mis justificaciones para no ir se hacían cada vez más sólidas con el tiempo. No quería esperar tanto a Axl (no soy fan), además, la posibilidad de que no haya concierto también existía. Nunca pensé en comprar entradas, ni siquiera de reventa. Nunca digan nunca, ese el consejo.
El sol salió demasiado temprano para mí ese día. Una semana muy complicada y llena de cambios y pensamientos encontrados. Para crecer hay que cambiar… Para cambiar hay que volver a las cosas que nos gusta hacer y nos emocionan, partir desde ahí. Yo me quedo con jugar fútbol, con la música, escribir y, lo admitiré, con la buena comida (incluyendo la Coca Cola que había ya dejado hace unos días).
A las 9 de la mañana ya estaba comiendo una hamburguesa en Kio de San Miguel, algo que me encantaba hacer y sobretodo me remonta a mi infancia cuando con mi mama, mi hermano, mis tíos y mi abuela tomar desayuno ahí era una cosa de todos los días. Y ahora se que ese recuerdo es más rico que la propia comida.
A las 9:50 llegué a la cancha para jugar fútbol. Estuve conversando con la gente, cosa que pocas veces hacía en los últimos días, hasta que llegó la pregunta del día. “¿Vas a ver a Guns n Roses ahora?”
Después de pensar (demasiado) mi respuesta, seguí mi línea de evasión inteligente. “Cuando Axl llegue a Lima voy a pensarlo”, sentencié. Sembré la duda con mi frase y las otras dos personas que querían ir al concierto se alinearon en mi desconfianza. La llegada de Axl sería el nuevo punto de partida para una nueva negociación de ir juntos a buscar la reventa.
A las 10:30 ya estaba jugando. Con toda la emoción del mundo y como si fuera la última vez en mi vida. No pare de correr durante toda la hora y escuchar que fui la figura del partido (no lo escuchaba hace mucho tiempo), y de un partido que ni siquiera ganamos, me devolvió la esperanza de volver a jugar más de una vez por semana.
Me bañé. Salí. No moví mi carro a la cochera del canal. Lo dejé afuera esperando un almuerzo que nunca llegó. Yo encontré otro de sorpresa y de un cumpleaños que casi había olvidado. Nuevamente la misma pregunta y la misma respuesta.
Welcome to the Jungle
Facebook a las 3pm. Conciertos Perú publicaba en su muro la noticia de que Axl ya había llegado. Nuevamente la invasión de ideas. Estaba cansado, necesitaba un café para pensar mejor. El café nunca llegó, tampoco pensé mejor.
Una conversación más tarde me devolvió las ganas de cambiar. Sin embargo, eran las 7 de la noche y mis mas de 12 horas despierto, con fútbol incluido, se devoraban mis ganas de hacer más largo el día. Aunque ya había pactado, muy congruente con mi respuesta de la mañana, que las 9:45 pm sería la hora de partir con mis dos compañeros en busca del rock and roll. Algo de lo que yo estaba poco seguro.
Knockin' on Heaven's door
Casi eran las 9 pm y no tenía ninguna decisión tomada. Mientras bajaba las escaleras sentí las ganas de que una Coca Cola helada escuchara mis dudas. Y mientras la tomaba lo hizo.
Noticias y llamadas mientras trabajaba me confirmaron que el concierto empezaría más tarde de lo previsto y que de la hora no me debía preocupar. Ahora solo era cuestión de decidir. Y creo que fue una decisión más profunda de lo que esperaba. Ir al concierto era lo que necesitaba para regresar a mi cancha y avanzar. No me daba cuenta de eso aún.
A las 9:30 conversaba con uno de mis compañeros por el Facebook. Casi desganado le dije que no iría. Me comprendió el cansancio inmediatamente. Pero el último sorbo de Coca Cola me hizo cambiar de idea. “A las 9:45 salgo” le dije. No había pedido permiso para esto. Lo hice de inmediato. Me fui.
Salimos como a las 10pm. No me acordaba donde había dejado mi carro. Pero lo encontré como lo deje en la mañana. Salimos en busca de un cajero ya que dos de los tres no teníamos efectivo. Globalnet no está en todos los lugares como parece. Tuvimos que ir hasta el de por mi casa (a la segura) porque el que visitamos inicialmente estaba malogrado. Fuimos al grifo de toda la vida y un six-pack apareció en mi carro después de mucho tiempo.
Todo iba bien. Y mejor con dos chelas encima. Llegamos sin problemas. Solo un par de giros prohibidos y una luz roja olvidada, cosas propias de la hora y el apuro. Pisamos el Ovalo a las 11:30 casi, pero no había revendedores ni Axl en el Monumental.
It’s so easy?
Lo único que sabíamos es que no estábamos ahí por las puras. Teníamos que entrar, a estas alturas, dónde era lo de menos. La seguridad era extrema y nos dijeron que pasando la primera tranquera podía haber algo. No sé como pero la pasamos. Un descuido del VIP y los tres estábamos adentro sin entrada en mano.
El panorama era el mismo en esa zona. La gente preguntaba por las entradas, los revendedores jugaban con la emoción de la gente. Los fans molestos criticaban la organización del evento. Nosotros nunca perdimos la paciencia.
Sin embargo, el milagro llegó. Una llamada al celular de uno de mis compañeros anunciaba que dos entradas para “Chinese Democracy” estarían llegando a nuestras manos enviadas por la misma organización del evento. Su enamorada tenía un contacto, lo usó y resultó. Salieron las entradas y el entro con una, deseándonos suerte de vernos adentro.
Atrás de ellos fuimos nosotros. Entramos al concierto que empezó enseguida. Otra gente que nos esperaba adentro escucho nuestra historia, nos sentíamos héroes al final. Pero es difícil que sin vivirlo lo entiendan
… Use a little patience
Pero el momento por el que yo había esperado todo el día (sin ni siquiera saberlo) llegó. La euforia inicial quedó atrás cuando una guitarra acústica y un silbido me recordaban el sentimiento que más necesitaba en este momento de mi vida.
martes, 9 de marzo de 2010
¡¡¡ AEROSMITH !!!
Hay muchas bandas que he soñado ver en vivo; Aerosmith nunca estuvo en uno de esos sueños.
Confieso que siempre me ha gustado pero nunca se me ocurrio que podian pasar por aca. Es raro.
Cuando me enteré de la noticia ni siquiera tenia música de ellos en la computadora como para reforzar la idea y el recuerdo. Me cogió tan de sorpresa que solo atiné a reproducir los videos en mi mente (Alicia Silverstone incluida) y recordar las buenas epocas de MTV.
Fue un buen ejercicio porque me di cuenta que el recuerdo de la música de Tyler y compañía lo llevo grabado en la retina auditiva e incluso acompañados de las notas de la guitarra.
Hoy que ya asimile la idea de verlos recien puedo escribir algo. En realidad podria escrbir mas pero me ahorro palabras para ver si puedo venderlas en algun lado... Primera fila de hecho!!!
domingo, 7 de febrero de 2010
Till There Was You...
Hay porotazos que duran 2 meses. Este es el primero...
No vamos a cambiar el nombre del blog por eso pero si vamos a agradecerle a Paul por inmortalizar temas como este...
Original de Meredith Willson en 1957 para su obra musical "The Music Man" y también apareció en la versión de 1962 de la película. Sin embargo, los 4 grandes la grabaron en la historia en 1962 y hasta hoy es parte del repertorio de McCartney (y del mio también)
PD: Sueño casi todas las noches con escucharla en vivo....
martes, 8 de diciembre de 2009
Canción para un día triste....
Cantemos con John...
People say I'm crazy doing what I'm doing
Well they give me all kinds of warnings to save me from ruin
When I say that I'm o.k. well they look at me kind of strange
Surely you're not happy now you no longer play the game
People say I'm lazy dreaming my life away
Well they give me all kinds of advice designed to enlighten me
When I tell them that I'm doing fine watching shadows on the wall
Don't you miss the big time boy you're no longer on the ball
I'm just sitting here watching the wheels go round and round
I really love to watch them roll
No longer riding on the merry-go-round
I just had to let it go
Ah, people asking questions lost in confusion
Well I tell them there's no problem, only solutions
Well they shake their heads and they look at me as if I've lost my mind
I tell them there's no hurry
I'm just sitting here doing time
I'm just sitting here watching the wheels go round and round
I really love to watch them roll
No longer riding on the merry-go-round
I just had to let it go....
viernes, 4 de diciembre de 2009
Volviendo a las fuentes....
Aquí dejé todo y aquí mismo lo recojo.
Con Charly y el recuerdo del camino de retorno.
Con Seru y los temas que amarraron para siempre mis sueños al piano, a la guitarra y a mis amigos....
Y con tanto concierto y desconcierto que solo los escuchaba en silencio y en fotos...
Hoy regresé, disculpen, estoy loco